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La vida en comunidad cristiana.

La vida en comunidad cristiana: La comunidad de discípulos.

Una Comunidad es un grupo de personas asociadas con el objeto de llevar una vida en común, basada en una permanente ayuda mutua. 

Fuimos creados por Dios para vivir en comunión y anhelamos amar y ser amados.  En todas las culturas y todos los tiempos han existido diversas clases de comunidades; la primera forma natural e indiscutible es la familia.

Los seres humanos, por naturaleza, tienden a participar en la vida comunitaria. Pero al mismo tiempo las fuerzas del pecado llevan al egoísmo que obstaculiza la unidad. Para vencer las fuerzas divisorias del pecado, Dios envió al mundo a su único Hijo. Jesucristo es el único que puede unir a los hombres, más allá de sus fuerzas naturales, en su divino amor. 


San Juan 4:8 "Dios es amor."  La comunidad cristiana tiene como cabeza a Jesucristo y participa de su vida sobrenatural.  Su gracia vital se nos da en los Sacramentos . Nos unimos a Cristo y a su Iglesia por el Bautismo, nos alimentamos con su Cuerpo y Sangre en la Eucaristía. Los primeros cristianos vivían una profunda vida de comunidad, antes todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común, vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno. Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón.  Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. 


La Iglesia se hace presente en el mundo en las diversas diócesis, cada una con sus parroquias. Estas son las comunidades locales de católicos.  
Tenemos como vocación ser la familia de Dios. Una verdadera colaboración de todos para el bien común no podrá orientarse si no se posee la íntima convicción de que todos somos miembros de una gran familia, e hijos de un mismo Padre celestial.


Los religiosos hacen voto de vivir en comunidad de acuerdo con sus reglas.  Estos ideales se ven amenazados por la falta adhesión a la fuente: Jesucristo.


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